7 Razones para Visitar Corea del Sur

✍️ Kelly y Ander ⎮ Aventuras Viajeras

Es muy probable que Japón sea el destino más deseado por buena parte de los viajeros del mundo. Desde la pasión por el manga hasta la floración del cerezo (sakura), son muchas las razones por las que visitar Japón. 

Pero muy cerca de Japón se encuentra un país que, aunque menos conocido, merece mucho la pena. Hablamos de Corea del Sur, uno de nuestros destino favoritos y al que hoy dedicamos esta entrada en la que veremos las razones para visitar Corea del Sur que nos parecen más importantes. 

7 Razones para visitar Corea del Sur 

Modernidad y tradición 

En Corea del Sur se entremezclan la modernidad y la tradición. Este es uno de los puntos que más nos gustaron sobre Corea del Sur en general y de Seúl en particular.  

Y es que, aunque el país es uno de los más avanzados en cuanto a tecnología se refiere, la tradición sigue muy presente en muchas formas. 

Es fantástico poder pasear por las modernas calles del centro de Seúl (o de casi cualquier otra ciudad coreana) mientras te encuentras con templos y palacios con siglos de antigüedad. Puedes estar visitando uno de estos edificios antiguos mientras tienes, a un par de cientos de metros, rascacielos enormes. 

Y qué decir de los mercados callejeros. Puedes disfrutar de platos tradicionales de la gastronomía coreana, en un puesto callejero con décadas de historia mientras ves los carteles luminosos de tiendas modernas en zonas como Myeongdong. 

A los platos tradicionales se unen platos modernos creados en los últimos años fruto de fusión de distintas gastronomías (o por el simple hecho de que encantan a propios y extraños). 

Gastronomía diferente 

Desde la famosa barbacoa hasta el kimchi que acompaña virtualmente cada comida en el país, la gastronomía surcoreana no dejará indiferente a nadie, lo que nos parece una de las más importantes razones para visitar Corea del Sur. 

Y es que la gastronomía del país tiene un toque diferenciador con las demás, lo que seguro os sorprenderá. Además, no nos parece que los restaurantes coreanos en Europa hagan justicia a la gastronomía local, por lo que es esencial pasarse por allí para probar la verdadera comida surcoreana. 

Corea del Sur ofrece algunos platos muy característicos, vamos a ver algunos de ellos: 

• La barbacoa coreana, en la que vosotros mismos os cocinaréis la carne de cerdo o ternera que hayáis seleccionado (seguro que os ayudarán si no sabéis) en una especie de barbacoa ubicada en medio de la mesa. 

• Bibimbap: Cuenco de arroz con muchísimas verduras al que se le añade una salsa picante característica. Puede venir acompañado de trozos de carne. 

• Cocidos y sopas: Hay muchas diferentes, siendo una muy típica la de kimchi con trozos de tofu 

• Pescados y mariscos: De todos los tamaños y colores, Corea del Sur ofrece una cantidad enorme de platos de pescado y marisco, incluyendo pescado crudo al estilo del sashimi (llamado hoe en Corea del Sur). 

Estos son sólo algunos de los platos, encontraréis muchísimos más. 

Además, virtualmente todos los platos vienen acompañados de cuencos de kimchi u otros acompañantes, lo que, al menos al nosotros, nos encanta. 

No os perdáis los mercados callejeros de Corea del Sur donde podréis encontrar todo tipo de comida a buen precio.  

Por último, dada la cercanía con el país nipón, encontraréis gran cantidad de lugares de sushi o tonkatsu, excelentes para los amantes de la comida japonesa. También encontraréis cantidad de restaurantes vietnamitas o chinos. 

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Precios económicos 

Los precios que nos encontramos durante los varios viajes que hemos realizado a Corea del Sur nos parecieron económicos si tenemos en cuenta la renta per capita del país. 

Podréis encontrar hoteles (quizá salvo en Seúl, donde son más caros) de calidad por 50-75 euros la noche con facilidad, además de comer de forma completa y equilibrada por 6-10 euros. 

El transporte, como veremos en el siguiente punto, es también barato, lo que permite moverse por las ciudades y entre ellas de forma rápida y barata.  

Además, las entradas a los lugares de interés son muy baratas o gratuitas. Por poner varios ejemplos: 

• La entrada conjunta que da acceso a los 5 palacios reales de Seúl cuesta 6.000 wones surcoreanos, poco más de 4 euros por persona. 

• El Memorial de la guerra de Corea y el Museo Nacional de Corea (ambos en Seúl) son completamente gratuitos. 

• El templo Haedong Yonggungsa o el famoso Gamcheon Culture Village en Busán son gratuitos (en el segundo podréis comprar el mapa del lugar por 2.000 wones, pero no es obligatorio). 

Todo ello contribuye a poder visitar el país con un presupuesto inferior al necesario para visitar la gran mayoría de países con renta per capita similar. 

Transporte barato y de calidad 

El transporte público de Corea del Sur es excelente. Tanto en las ciudades como entre las mismas, podréis visitar el país fácilmente mediante los trenes y autobuses disponibles. 

Además, el transporte público nos pareció muy barato. Por ejemplo, los autobuses en Seúl cuestan 1.500 wones surcoreanos respectivamente, algo más de un euro, lo que nos parece una ganga si tenemos en cuenta que podréis hacer transbordos entre líneas sin pagar extra. 

Lo mismo sucede con el metro, que cuenta con una cantidad de estaciones enorme y que os permitirá moveros por la capital de manera rápida y segura. El precio del mismo es de 1.400 wones si utilizáis una tarjeta de transporte, ¡menos de 1 euro! 

En cuanto al transporte entre ciudades, la manera más sencilla (al menos entre las ciudades con estaciones de este tipo de trenes) es tomar el tren KTX de alta velocidad, con el que podréis viajar de Seúl a Busán en tan solo 3 horas y de forma cómoda por unos 40 euros por adulto. 

Por último, los taxis nos parecieron súper baratos. Por ejemplo, nos cobraron unos 54.000 wones por ir del centro de Seúl al aeropuerto de Incheon (casi 1 hora de trayecto, sin tráfico), lo que equivale a unos 37 euros. 

Un otoño muy colorido 

Corea del Sur es un lugar excelente para disfrutar de los colores otoñales.  

Todos los parques y bosques del país, incluyendo lo que conforman algunos de los lugares más visitados (como los 5 palacios reales de Seúl) se tiñen de tonos rojizos espectaculares. 

Para nosotros que vivimos en Estocolmo y donde el otoño brilla por su ausencia, visitar Corea del Sur en esta época del año nos pareció todo un acierto. 

Además, las temperaturas son más moderadas durante estas fechas, lo que ayuda a la hora de visitar el país, especialmente teniendo en cuenta que el verano es muy caluroso y el invierno muy frío. 

Poco turismo 

Corea del Sur no atrae la misma cantidad de turistas que otros países asiáticos, lo que nos parece un punto a favor muy importante. Fue una muy grata sorpresa descubrir que que se puede visitar prácticamente todo el país sin aglomeraciones.

Y es que quitando el turismo local, no os cruzaréis con turistas salvo en las zonas más famosas del país, como pueden ser la zona de Myeongdong o el Bukchon Hanok Village en Seúl o el templo Haedong Yonggungsa en Busán. 

Ni siquiera los cinco palacios reales ubicados en Seúl atraen muchos turistas, por lo que suele ser posible disfrutar de los lugares con tranquilidad y sin aglomeraciones. 

Aunque nosotros hemos visitado el país en temporada baja, no creemos que haya aglomeraciones durante la temporada alta, no al menos al nivel de lo que puede experimentarse en países más visitados. 

Ciudad y Playa 

Es probable que la imagen que nos venga a la cabeza al pensar en Corea del Sur sean los carteles luminosos y la tecnología presentes en ciudades como Seúl. Y es, sin duda, uno de los atractivos del país. 

Pero Corea del Sur tiene mucho más que ofrecer, más allá de su capital. 

Busán, por ejemplo, es la segunda ciudad más poblada del país pero es muy diferente a Seúl. Ubicada en el sur del país, es el sitio ideal para disfrutar de los días calurosos gracias a su larga costa y sus preciosas playas. 

En Busán encontraréis una mezcla muy interesante de playa (la playa de Haeundae nos pareció espectacular con buen tiempo), tradición (templos como el Haedong Yonggungsa) y calles al estilo de las grandes urbes.