9 Lugares que ver en el Sudeste Asiático al menos una vez en la vida
✍️ Vanesa Sánchez ⎮ La ardilla voladora
Después de pasar recorriendo el sudeste asiático por más de 6 meses y sola, hay algunos lugares que se han quedado grabados en mi retina y en mi corazón para siempre y creo que son lugares que ver en el sudeste asiático, al menos, una vez en la vida.
El sudeste asiático es una región impresionante que incluye países como Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia, Singapur o Filipinas entre otros. Esta zona es conocida por su gran biodiversidad, pero también por su historia cultural influenciada por religiones como el budismo, el hinduismo e incluso el islam. Además, es famosa por su gastronomía, sus templos antiguos y su impresionante geografía, que te llevará desde montañas y selvas tropicales hasta playas paradisíacas.
Un viaje al sudeste asiático, vayas a donde vayas, es un viaje que te va a marcar y vas a volver siendo una persona diferente. Así que aquí tienes los 9 lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida, aunque yo me la pasaría en ellos.
1. Río Kinabatangan, Isla de Borneo, Malasia
Voy a abrir la lista con uno de los lugares más especiales. El río Kinabatangan, en la isla de Borneo, es uno de los ríos más largos de Malasia con más de 560 kilómetros de longitud. Este río discurre a través de la selva tropical de Sabah y es conocido por la biodiversidad que tiene. Las orillas del río son hogar de elefantes pigmeos de Borneo (los más pequeños del mundo), orangutanes, cocodrilos y el mono narigudo, una especie endémica de Borneo. El plan aquí es hacer recorridos en bote por el río para encontrar a estos animalitos y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.
Además, las áreas de los alrededores del río Kinabatangan también son el hogar de una amplia variedad de flora exótica. Los manglares, humedales y bosques tropicales de la región están protegidos en gran medida, siendo parte de los esfuerzos de conservación para proteger a las especies en peligro y la belleza natural de la isla de Borneo.
Para mi este lugar es pura magia. Pasé dos días en recorriendo muchos rincones del rio con mi guía y pude ver a los animales en su hábitat, sin molestarlos, pero disfrutando de lo salvaje del momento. Incluso tuvimos un pequeño tour de noche donde pude ver luciérnagas posándose en los árboles, serpientes y otros animales. Este lugar tenía que encabezar la lista de los lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida por la marca que dejó en mi corazón.
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2. Chiang Mai, Tailandia
Cambiamos de país para irnos al norte de Tailandia a conocer la que, probablemente,, sea la ciudad más bonita del país. Chiang Mai es una ciudad que combina lo antiguo y lo moderno, siendo un importante centro cultural y espiritual. Famosa por sus templos, como el icónico Wat Phra That Doi Suthep, que domina la ciudad desde lo alto de la colina con el mismo nombre, Chiang Mai ofrece un vistazo a la historia del Reino Lanna. Pero no solo de historia vive la ciudad, también cuenta una gran escena artística y de mercados locales, como el Mercado Nocturno, donde podrás comprar recuerdos artesanales pero también probar las mayores delicias gastronómicas del país.
Y si todo esto ya te había convencido, tienes que saber que aquí también podrás disfrutar del turismo de aventura y naturaleza, ya que se encuentra rodeada por montañas y parques nacionales. Aquí podrás realizar senderismo por la selva, visitar aldeas de tribus locales y, quizá el mayor reclamo, visitar santuarios de elefantes.
Aunque esto lo digo con la boca pequeña, ya que deberás tener mucho cuidado con el “santuario” que elijes. Montar elefantes y el uso de ellos para el turista es un negocio negro que abusa de los animales por el simple hecho de conseguir dinero y los santuarios nacieron con la idea de rescatar a esos elefantes y devolverlos a su hábitat natural. Con el paso del tiempo y viendo que estos santuarios también eran un negocio para el turista empezaron a salir los santuarios que en realidad no lo son y siguen usando al animal para el disfruta del turista.
Así que después de toda esta chapa, si vas a visitar algún santuario asegúrate de que realmente lo sea (puedes comprobarlo en la página de FAADA) y que lo que vayas a hacer no incluya tocar el elefante ni mucho menos montarlo o que no tengas que bañarlo.
Chiang Mai es también famosa por festivales como el Loy Krathong, en el que miles de linternas se lanzan al cielo nocturno. ¡Una experiencia única!
Chiang Mai formó parte de mi ruta por Tailandia en 14 días y la verdad es que los 5 que pasé aquí fueron demasiado pocos y amenazo con volver.
3. Ninh Binh, Vietnam
Ninh Binh es una región impresionante situada al sur de Hanói, famosa por sus paisajes kársticos que forman parte del patrimonio natural de la humanidad. Conocida como la Bahía de Ha Long terrestre, Ninh Binh ofrece montañas de piedra caliza que emergen de los arrozales y ríos tranquilos. Los recorridos en bote por la zona de Tam Coc permiten atravesar cuevas y admirar los increíbles paisajes naturales de la zona.
Además de su belleza natural, Ninh Binh tiene una gran herencia cultural, siendo la antigua capital de Vietnam en el siglo X. Lugares como la pagoda Bai Dinh, uno de los complejos budistas más grandes del país, y la antigua ciudadela de Hoa Lu, son paradas obligatorias para quien esté interesado en la historia y la espiritualidad del país.
Vietnam fue mi primer contacto con el sudeste asiático en mi aventura de 8 meses sola por Asia y Oceanía y el mes que dura el visado pasó tan rápido como si fueran 5 minutos. Sobra decir que Ninh Binh, junto con la Bahía de Ha Long de la que te hablo más adelante, fue mi sitio favorito. Los paisajes, la gente, la historia y los batidos de mango que me tomé aquí fueron suficientes para enamorarme. Pero también los paseos a los templos en bicicleta o los paseos en bote por Trang An, donde se grabó Godzilla, son algunos de los mejores recuerdos que guardo de todo el viaje.
Una de mis fotos favoritas la hice desde lo alto de Mua Cave con los arrozales de fondo y el atardecer. Sin duda, es uno de los lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida.
4. Gardens by the Bay, Singapur
Voy a dejar un momento la naturaleza de lago para llevarte a un lugar que me puso las emociones a flor de piel. Gardens by the Bay es un jardín futurista y ecológico en Singapur, famoso por sus Supertrees, enormes estructuras en forma de árboles que se iluminan por la noche en un espectáculo de luces. Estos jardines cubren más de 100 hectáreas y están diseñados para ser sostenibles, integrando la naturaleza con la tecnología. Aquí puedes pasear por el Cloud Forest, un invernadero que imita un ecosistema de montaña, o el Flower Dome, que alberga plantas exóticas de todo el mundo.
Además de ser impresionante por su forma y sus colores, lo que más me gusta es que tiene un enfoque educativo y ambiental. El parque promueve la sostenibilidad y la conservación, demostrando cómo las ciudades pueden integrar espacios verdes innovadores. Y esto, aunque pueda sonarnos normal desde nuestra posición europea, es algo que destaca muchísimo en el sudeste asiático. Solo para que te hagas una idea, la ciudad de Yakarta (Indonesia) es la ciudad más contaminada del sudeste, tanto que hasta te recomiendan llevar mascarilla puesta para que no respires ese aire.
El espectáculo de luces que hacen en los Supertrees por la noche es algo que se ha quedado grabado en mi memoria para siempre. Este espectáculo, que no dura mucho tiempo y lo hacen dos veces cada noche, combina las luces de los árboles con la música llevándote a otro planeta directamente. ¡Es pura magia!
5. Yogyakarta, Isla de Java, Indonesia
Yogyakarta, en la isla de Java, es una de las ciudades culturales más importantes del país, conocida por su rica herencia javanesa y su papel como centro de artes tradicionales. Aunque muchas veces opacada por la isla de Bali, Yogyakarta merece unos dias de tu itinerarios por ser la puerta de entrada a los templos de Borobudur y Prambanan, dos de los sitios históricos más importantes del sudeste asiático. En la ciudad, podrás conocer el arte del batik (la decoración de telas para hacer trajes tradicionales), la danza tradicional javanesa o el teatro de sombras conocido como wayang kulit.
Yogyakarta también tiene un ambiente muy chulo, gracias a su universidad y su vida nocturna. Además, cuenta con una escena gastronómica de lo más variada e influenciada y mercados llenos de artesanías locales. El Palacio del Sultán, o Kraton, es el centro de la vida cultural de la ciudad, donde todavía reside el sultán de Yogyakarta.
En mi viaje de 8 meses pasé dos de ellos en Indonesia y una de las cosas que más ilusión me hacia era hacer un voluntariado. Mi idea era conseguir un lugar donde poder mezclarme con los locales, conocer su cultura y llenar el corazón de nuevas experiencias y esto lo conseguí en una pequeña academia de inglés de Klaten, muy cerca de Yogyakarta. Por tanto, pasé dos semanas paseando por Yogya, comiendo fideos con chicas locales con las que tuve conversaciones de lo más variadas e increíbles y viviendo como viven ellos. Así que objetivo conseguido que hizo que Yogyakarta se colara en mi lista de los lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida.
6. Bahía de Ha Long, Vietnam
Como ya te adelantaba antes, Vietnam ha colado dos lugares en la lista de los lugares que ver en el sudeste asiático y la verdad es que no es para menos. La Bahía de Ha Long, ubicada en el norte del país, es uno de los paisajes naturales más icónicos del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está formada por miles de islas e islotes de piedra caliza que salen del agua color esmeralda, creando una vista espectacular y única. Los recorridos en barco son la mejor manera de explorar la bahía, gracias a lo que podrás descubrir cuevas ocultas, playas remotas e incluso aldeas flotantes.
Más allá de su impresionante belleza, la Bahía de Ha Long tiene una rica biodiversidad marina y terrestre. También es hogar de varias leyendas vietnamitas, incluida la historia de un dragón que creó la bahía al agitar su cola, según la mitología local.
Hacer un crucero, aunque sea una noche, por la Bahía de Ha Long va a añadir una nueva dimensión a tu viaje. Es cierto que para los precios del país esta noche puede resultar algo cara, pero te prometo que merece la pena cada euro. Los cruceros están preparados para todo tipo de actividades que van desde enseñarte a hacer rollitos vietnamitas hasta hacer kayak a alguna de las playas en alguna isla desierta de la bahía.
Para mí, una experiencia única en el sudeste asiático que no te puedes perder.
7. Kuala Lumpur, Malasia
Lo cierto es que he llegado hasta el puesto siete para poner mi ciudad favorita ya que no puedo poner todos estos lugares en el primer puesto. Kuala Lumpur es la capital de Malasia y es conocida por sus contrastes entre la modernidad y la tradición. La ciudad es famosa por las icónicas Torres Petronas, que hasta hace poco eran los edificios más altos del mundo, y por su mezcla arquitectónica que combina rascacielos modernos con templos antiguos y mercados tradicionales. Su diversidad cultural se refleja en la gastronomía, que fusiona influencias malayas, chinas e indias, lo que convierte a la ciudad en un paraíso para los amantes de la comida.
Kuala Lumpur tiene muchas atracciones turísticas, como las Batu Caves, un complejo de templos hindúes ubicado en una serie de cuevas de piedra caliza, o la calle Jalan Alor, famosa por su oferta de comida callejera y donde probé el durian por primera vez. La ciudad también es un importante centro de compras, con grandes centros comerciales muy al estilo asiático y mercados callejeros que atraen a visitantes de todo el mundo.
Kuala para mi es casa. Creo que no me he sentido tan cómoda en ningún lugar como aquí. Poder vivir de primera mano como conviven las diferentes culturas y religiones del país es algo impresionante. No olvidemos que Malasia es un país donde conviven el budismo, el islam (que es la mayoría), el hinduismo y hasta el cristianismo.
Pasé en la ciudad más tiempo del que esperaba, me recorrí los mercados de arriba abajo y los centros comerciales también. Probé comidas, hice amigos, fui de fiesta, visité mezquitas impresionantes y me enamoré de la ciudad. Kuala Lumpur, y Malasia en general, es uno de los lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida.
8. Bangkok, Tailandia
De ciudad en ciudad, vamos ahora a una de las más conocidas del mundo. Bangkok, la capital de Tailandia, es una ciudad ruidosa y colorida conocida por sus templos dorados, su vida nocturna y sus mercados flotantes. El Gran Palacio, antigua residencia de los reyes tailandeses, es una de las principales atracciones de la ciudad y un símbolo de la riqueza cultural del país. Justo al lado se encuentra el Templo del Buda Esmeralda, uno de los lugares más sagrados del budismo en Tailandia y mi favorito. Los mercados flotantes, como el de Damnoen Saduak, ofrecen una experiencia única de compras desde pequeñas embarcaciones.
Bangkok también es famosa por su vida nocturna y su gastronomía callejera. Khao San Road es conocida como un punto de encuentro para mochileros, mientras que las calles de Chinatown están repletas de vendedores que ofrecen platos tradicionales como el pad thai y el som tam.
He estado en Bangkok y no puedo esperar a visitar la ciudad una tercera vez para volver a sentirla y vivirla. La primera vez hice un tour más tradicional y más de templos e historia, mientras que la segunda vez conocí más los lugares modernos, sus centros comerciales y disfruté de unas cervezas del país en Khao San Road hasta las tantas de la mañana bailando música coreana y hasta española. Dos aproximaciones a la ciudad tan diferentes y que a la vez que sienten tan complementarias que hacen de Bangkok una ciudad especial para mí.
9. Islas Gili, Indonesia
Voy a cerrar la lista de los lugares que ver en el sudeste asiático con el lugar con los mejores atardeceres del mundo. Las Islas Gili, situadas frente a la costa de Lombok en Indonesia, son un conjunto de tres islas tropicales: Gili Trawangan, Gili Meno y Gili Air, cada una con su propio estilo y carácter. Gili Trawangan es conocida por su vida nocturna, mientras que Gili Meno es la más tranquila y Gili Air ofrece un equilibrio entre ambas. Las islas son famosas por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y arrecifes de coral, lo que las convierte en un destino ideal para el buceo y el snorkel.
Sin coches ni motos y nada más que bicicletas o carros para moverte, las Islas Gili ofrecen una atmósfera relajada. La vida marina de la zona es espectacular, con tortugas marinas, peces tropicales y corales, y las islas son conocidas por su compromiso con la conservación del entorno natural.
Llegué a Gili T en un barco desde la costa de Bali y pasé allí varios días de relajación y no tanta relajación. Alquilé una bicicleta y fui probando varios lounge con piscina y vistas impresionantes. A mitad de tarde me tocaba prepararme para la cita más importante del día, ver el atardecer. ¡Impresionante! Colores naranjas y rojos que después se
transforman en rosas, hacen que estos atardeceres estén grabados en mi mente. Encontré también un bar donde ponían películas al aire libre mientras disfrutabas de la brisa marina y eso se convirtió en mi plan de noche casi todos los días. Cerré esta visita bailando a Quevedo (si, como lo lees) descalza en una playa cualquiera de la isla.
Esta isla fue un momento de paz, liberación y tranquilidad que me conquistó desde el primer momento.
Pues hasta aquí la lista de los 9 lugares que ver en el sudeste asiático al menos una vez en la vida. ¿Qué te parece? ¿Cuántos de ellos conoces?
Está claro que esta lista parece subjetiva, pero no lo es tanto, ya que todos los lugares, aunque tienen una historia conmigo, también son algunos de los lugares más impresionantes y bonitos de la zona.