El Camino del Cid a su paso por Valencia y Alicante. La defensa del sur

✍️ Javier Medina ⎮ Datils & Tours

El Camino del Cid es un espacio literario e itinerario turístico cultural basado en uno de los grandes poemas del género épico en Europa: el Cantar del mio Cid.

Uno de los objetivos fundamentales de esta ruta es el de poner en valor la figura histórica y legendaria del Cid, mito literario de nuestro país tan conocido universalmente como la figura del Quijote.

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En el 2002 se creó el Consorcio del Cid, una entidad pública sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la puesta en valor de este itinerario turístico y cultural que discurre a lo largo de 1279 kilómetros entre la localidad burgalesa de Vivar del Cid y Orihuela al sur de Alicante. La sede del consorcio se ubica en el Real Monasterio de San Agustín, en la ciudad de Burgos.

El Camino transcurre por 8 provincias: Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante. El recorrido se puede hacer comenzando desde el interior de Castilla y finalizando en la costa mediterránea, o a la inversa.

Rodrigo Díaz, el Cid

El nacimiento de Rodrigo Díaz de Vivar está fechado entre los años 1048 y 1050. Hacia el año 1066, su prestigio como caballero se vio notablemente incrementado a raíz de su victoria en el combate singular que mantuvo con el caballero navarro Jimeno Garcés, para dirimir el dominio de unos castillos fronterizos que se disputaban los monarcas de Castilla y Navarra.

Esta importante victoria con sólo 23 años de edad, le valió a Castilla la propiedad de varios castillos fronterizos, entre ellos los de los montes de Oca y Pazuengos, y a él el apelativo de Campidoctor o Campeador, “vencedor de batallas”.

Sólo un año más tarde en 1067, al vencer al rey moro Muqtadir, la crónica hebrea de José ben Zaddic de Arévalo, lo llamó «Cidi Ru Díaz», lo que en hebreo equivale a “mío Cid”, es decir “mi señor”. Desde entonces sus vasallos se referían a él con esta expresión.

Vivió durante los reinados de Fernando I de León, Sancho II de Castilla y Alfonso VI de León y Castilla. En el curso de sus campañas militares llegó a establecer un sólido protectorado en los y Valencia, plaza que mantuvo, hasta su muerte

Rodrigo Díaz de Vivar se puso a lo largo de su vida a las órdenes de diferentes caudillos, tanto cristianos como musulmanes, luchando realmente como su propio amo y por su propio beneficio.

El Cantar del mio Cid

En torno al Cantar del mio Cid existen diferentes enigmas. Desconocemos tanto quién fue su autor o autores como la fecha de su publicación. Se baraja como fechas de su creación entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII.

Del mismo modo los estudiosos de la obra coinciden en que el autor o autores se inspiraron en una tradición oral y escrita en torno al personaje del Cid, cuyas hazañas habrían sido difundidas originalmente por juglares.

Es por ello que tanto la forma como los recursos del poema se encuadran en los cantares de gesta, género épico que canta la vida y proezas de un caballero medieval, así como sus aventuras y desventuras.

La ruta del Cid enlaza escenarios nombrados en este cantar de gesta pero adaptándose al actual trazado de caminos y carreteras, y a las limitaciones geográficas.

El Cantar no es un relato histórico, ya que buena parte de los hechos que aquí se narran son ficticios, aunque hunde sus raíces en una historia real.

La trascendencia de esta obra ha sido adaptada en forma de itinerario de gran valor histórico y patrimonial.

Cómo hacer la ruta del Cid

Existen dos plataformas para recorrer el Camino del Cid:

  • A través de una serie de senderos debidamente señalizados aptos para realizarlos tanto a pie como en bicicleta.
  • Por carretera, para todo tipo de vehículos a motor.

En las principales oficinas de turismo de las provincias por donde discurre la ruta puedes solicitar tu salvoconducto numerado. Estos centro de información son a su vez puntos de sellado.

No olvides solicitar la chapa dedicada a cada uno de los municipios por donde transcurre el Camino del Cid.

Cabe destacar que gran parte del Camino del Cid discurre por zonas rurales desfavorecidas por su orografía y despobladas. Esta ruta turística y cultural sirve para diversificar la economía de estos pueblos y crear empleo a través de alojamiento turístico y locales de restauración.

El Camino del Cid es también una plataforma para divulgar las distintas culturas existentes en la Península Ibérica durante el Medievo.

La defensa del sur

La defensa del sur es un recorrido por una importante línea estratégica defensiva durante la Edad Media. El recorrido transcurre entre las ciudades de Valencia y Orihuela (Alicante).

Las distancias son de 235,60 km por sendero y de 245,90 km por carretera.

Esta ruta que forma parte del Camino del Cid es conocida por ser el lugar donde Rodrigo Leal sufriría su segundo destierro.

En el año 1088 el rey Alfonso VI acudió con su ejército para socorrer a los cristianos que estaban siendo asediados por los musulmanes en el castillo de Aledo (Murcia). Alfonso ordenó a El Cid, que acampaba en Ontinyent, que se reuniera con él en Villena. El Cid no acudió a la cita y Alfonso lo condenó al destierro.

Provincia de Valencia

  • Valencia capital

En el Cantar aparecen numerosos versos que narran la entrada de El Cid a la ciudad de Valencia. El guerrero tardaría más de dos años en entrar victorioso a la ciudad tras conseguir la rendición del cadí ibn Yahhaf en el año 1094.

Tras resistir varios intentos almorávides de conquista, el Cid falleció en esta ciudad el 10 de julio de 1099. Su viuda, Jimena Díaz, abandonaría la ciudad tres años más tarde ante la presión almorávide.

El casco antiguo de Valencia posee un conjunto arquitectónico de primer nivel. Podemos comenzar el recorrido ante la catedral, construida sobre la antigua mezquita que el Cid consagró en 1906. Este templo fue levantado en el siglo XV, en estilo gótico. En ella se expone el Santo Grial utilizado por Jesucristo en la última cena con los apóstoles. La torre octogonal del campanario de 51 metros de altura es conocida como “el Micalet”.

Otros de los monumentos imprescindibles son las Torres de Quart (siglo XV), una de las puertas de la antigua muralla y las Torres de Serrano (siglo XIV).

La Lonja de la Seda, forma parte de la lista de Monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es un bello edificio de estilo gótico (siglo XV), destinado a la realización de transacciones mercantiles ante el próspero comercio de la ciudad durante el siglo XV. En este palacio se celebró la boda del monarca Felipe II.

Otra de las joyas del gótico civil es el Palacio de la Generalitat donde se conserva en una urna una de las espadas del Cid, la “espada tizona” capturada al Rey Búcar de Marruecos en Valencia.

  • Alzira

Esta ciudad valenciana es la capital de la comarca de la Ribera Alta, comarca agrícola que basa su economía en el cultivo del naranjo, símbolo valenciano, cuyo primer árbol fue plantado en estos lares a finales del siglo XVIII.

El Cid lanzaría un ataque contra la ciudad en el verano de 1093 ante su resistencia a apoyarle. En otoño de 1097 un contingente de hombres del Cid fue derrotado en Alzira por una expedición almorávide.

El casco urbano conserva buena parte de la muralla islámica (s. XI-XII) y bonitas fachadas modernistas, fruto del poder de la burguesía de principios del siglo XX.

En los alrededores se encuentra el monasterio de Santa María de la Murta, fundado por los monjes jerónimos en el siglo XIV. El conjunto del monumento y paisaje es de una gran belleza. Desde aquí parte un sendero de corto recorrido.

  • Xàtiva

Cambiamos de comarca y entramos en la capital de La Costera. La ciudad cuenta con uno de los conjuntos monumentales más bellos de la Comunitat Valenciana, repleto de callejuelas medievales, palacios y fuentes monumentales.

El monumento de mayor relevancia es su castillo reconstruido por los árabes, sobre una fortaleza íbera o romana. El peñasco donde se enclava la fortaleza atesora restos romanos, aljibes, mazmorras e incluso una capilla.

  • Ontinyent y Bocairent

En la comarca de La Vall d´Albaida podemos visitar dos localidades que cuentan con un casco antiguo medieval muy bien conservado.

Ontinyent ostenta la capitalidad y es un importantísimo centro industrial textil. Para entrar a la ciudad cruzaremos el Pont Vell, una magnífica obra de sillería medieval del siglo XV.

Un paseo por el carrer Major supone presenciar un mosaico de casas señoriales y palacios que nos conducirán a la Plaça de la Concepció y el barri de La Vila. Nos adentramos en la parte más histórica de la ciudad que conserva el callejero de las antiguas morerías medievales. De entre los edificios que aquí encontraremos destacamos el Palacio gótico de la duquesa de Almodóvar (siglo XV) y la iglesia de Santa María, cuyo campanario a 71 metros de alzada lo convierten en el más alto de la Comunitat Valenciana.

La Puerta de Sant Roc abierta sobre el lienzo de las murallas data del año 1256, poco después de la conquista del Rey Jaime I.

El casco antiguo de Bocairent está declarado Conjunto Histórico Artístico por su peculiar trazado de calles al estilo árabe con subidas y bajadas, callejuelas estrechas, plazoletas, etc. En la parte más alta se ubica la iglesia de La Asunción.

Otro de sus atractivos son Les Covetes dels Moros, un paredón de roca de 50 metros de altura con 53 entradas comunicadas entre sí. Su uso se piensa que fue inicialmente el de almacén colectivo.

Provincia de Alicante

  • Banyeres de Mariola

Su castillo de época almohade (siglo XII) es uno de los mejores conservados del Valle del Vinalopó. En el siglo XIII fue frontera entre los reinos de Castilla y Aragón.

Banyeres fue un importante centro de fabricación de papel desde el siglo XVIII, no te pierdas el Museu del Paper.

El entorno natural de la Serra de Mariola es un lugar idílico para realizar rutas de senderismo siguiendo el curso del río Vinalopó.

  • Biar

El castillo de Biar es también de origen musulmán (siglo XII). Su ubicación escarpada sobre un cerro es una muestra del carácter defensivo de esta villa medieval.

La plaza de la Constitución es el epicentro del conjunto monumental. Destacamos la iglesia de La Asunción con su bonita fachada plateresca del siglo XVI.

Fuera del casco urbano podemos realizar diferentes senderos que parten desde el santuario de la Virgen de Gracia.

  • Villena y Sax

Esta ciudad alicantina tiene una importante vinculación con Rodrigo Díaz. En noviembre de 1088 Alfonso VI convocó al Cid en Villena para levantar a los árabes en el castillo de Aledo (Murcia). El Cid acampado en Ontinyent no acudió a la cita del monarca, hecho que le acarrearía su segundo destierro.

A mediados de 1093, mientras ejercía su poder sobre la ciudad de Valencia, el Cid lanzó un ataque a Villena desde Peña Cadiella, saqueándola y acumulando un gran botín de cautivos y víveres.

Villena ha sido tierra fronteriza y por ello muy solicitada por reinos, nobles y señores. A partir de 1243 con el tratado de Almizra, se convirtió en el señorío castellano de Villena.

El símbolo de la ciudad es sin duda el Castillo de la Atalaya, de origen árabe (s.XII). Posee dos recintos interiores defendidos mediante torres redondas protegidos por una muralla exterior reforzada con cubos en las esquinas. Su imponente Torre del Homenaje es divisada desde la autovía.

El casco viejo, antigua morería, conserva una variada lista de monumentos de interés como la Iglesia de Santa María, construida sobre la mezquita, o la Iglesia tardo-gótica de Santiago Apóstol (s. XIV-XIX).

El Museo Arqueológico José María Soler custodia el Tesoro de Villena, hallado en 1963 en la localidad. Este conjunto de 59 objetos de hierro, oro, plata y ámbar, de más de 10 kg de peso, supone uno de los hallazgos áureos más importantes de la Edad del Bronce en Europa.

Un acto que no debes perderte si viajas en septiembre son las Fiestas de Moros y Cristianos del 1 al 5 en honor a la Virgen de las Virtudes.

Además en marzo se celebran las Fiestas del Medievo, con un nutrido programa de actos, mercado medieval, espectáculos, conciertos. Toda la ciudad se vuelca en este gran evento cultural.

Nuestra siguiente parada es la villa de Sax que también cuenta con un interesante castillo de origen islámico (s. XII-XIV) cuya silueta está escarpada en la roca.

En cuanto a la arquitectura religiosa, además de sus ermitas, cabe destacar la iglesia de La Asunción, mezcla de estilos gótico, barroco y renacentista.

En cuanto a sus fiestas, los actos más destacables se centran en los desfiles de Moros y Cristianos, como en otras poblaciones de la comarca. Se celebran del 1 al 5 de febrero en honor a San Blas, Patrón de la villa.

  • Petrer y Novelda

Volvemos a cambiar de comarca para adentrarnos en el Medio Vinalopó. Ambas localidades poseen un castillo de origen islámico. El de Petrer está enclavado en el casco antiguo de la población. Se accede al mismo a través de empinadas calles donde se puede observar interesantes muestras de arquitectura tradicional.

Los sábados de luna llena, la Oficina de Turismo organiza unas interesantes visitas teatralizadas por el casco antiguo y castillo bajo el nombre de “Petrer se viste de luna”. Puedes consultar las fechas en la web de turismo. Reserva pronto pues las plazas se agotan enseguida.

El castillo de Novelda dista tres kilómetros del casco urbano sobre el cerro de la Mola. Junto a los restos de la fortaleza de los siglos XII- XIV, podemos visitar el santuario de Santa María Magdalena construido en 1918 sobre una ermita del siglo XIII. Es un bello ejemplo de arquitectura modernista que cuenta con un órgano esculpido íntegramente en mármol, la industria principal de la localidad junto a la uva del Vinalopó.

En el casco antiguo podemos visitar varias casas y edificios modernistas, como el Casino o la Casa Museo modernista.

  • Elche

En noviembre de 1088 el Cid acampó en Elche donde pasó las Navidades. En este enclave supo que Alfonso VI volvió a desterrarle ante una supuesta traición. Fue en este punto de su vida cuando decidiera no servir más a ningún señor y actuar por su cuenta y riesgo.

El emplazamiento actual de Elche corresponde a los árabes que levantaron una ciudad amurallada, el barrio de la Vila Murada de Ils, rodeada de huertos de palmeras. Precisamente el sistema de riego de los huertos de palmeras a través de acequias corresponde al pueblo

musulmán. La UNESCO declaró al conjunto de huertos históricos de Elche Patrimonio de la Humanidad.

El Palacio de Altamira (s. XI-XVI), La Torre de La Calahorra (s. XIII-XVI) y la Torre del Consell de la Casa Consistorial (s.XV) son los principales monumentos civiles dentro de lo que fuera la ciudad amurallada.

La Basílica de Santa María (s.XVII-XVIII) construida sobe la antigua mezquita es el templo más relevante. Su fachada barroca atribuida al escultor francés Nicolás de Bussy representa en todo su esplendor el misterio de la asunción a los cielos de la Virgen María.

Precisamente en este templo y en sus predecesores se viene representando desde la segunda mitad del siglo XV, el Misteri d´Elx. Se trata de un drama sacrolírico cantado en valenciano antiguo que narra la muerte y asunción a los cielos de la Virgen.

Los aparatos aéreos como la Mangrana o L´Araceli descienden desde la cúpula azul de la basílica cubierta por un lienzo que representa el Cielo, del 11 al 15 de agosto durante las fiestas patronales. Esta representación está declarada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

A escasos 2 kilómetros del casco urbano podemos visitar el Yacimiento Arqueológico de La Alcudia. En este emplazamiento estuvo el primer asentamiento de Elche con la ciudad ibérica de Heliké que pasó con la romanización a ser Colonia Iulia Ilice Augusta.

El busto íbero de la Dama de Elche, diosa o sacerdotisa (s. V-IV a de C.) fue hallado en este lugar en 1897.

  • Cox y Callosa de Segura

Nos encontramos en la comarca más meridional de la Comunitat Valenciana, la Vega Baja del Segura.

El castillo de Cox, también conocido como de Santa Bárbara o Ayala es la fortaleza de origen islámico más antigua de la Comunitat Valenciana.

A dos kilómetros se encuentra Callosa de Segura, ciudad conquistada por Abderramán III en el año 916. Su edificio más sobresaliente es la Iglesia de San Martín (siglo XVI), de estilo renacentista.

Ambas poblaciones se ubican en las faldas de la Sierra de Segura desde la que parten algunos senderos de pequeño recorrido.

La gastronomía de cuchara como el cocido con pelotas y el arroz con costra no pueden faltar en tu visita.

  • Orihuela

Tras derrotar al conde catalán Berenguer Ramón II en la batalla de Tévar, el Cid estableció un amplio protectorado sobre los reinos islámicos de Al Hayib: Lérida, Tortosa y Dénia. En el año 1091, según Ben Alcama este se extendía desde Tortosa hasta Orihuela.

La primera época de esplendor de Orihuela fue con la llegada de los árabes en el siglo VIII. En aquella fecha se convirtió en la capital de la Cora del ducado de Teodomiro. Un siglo más tarde perdería su independencia al quedar incluida en el califato de los omeyas. Jaime I la conquistaría en 1265.

La importancia de la ciudad durante los siglos XV y XVI debido a su enclave geográfico y riqueza de su fértil huerta hicieron de Orihuela una localidad muy codiciada. Fue durante estos siglos cuando muchos nobles fijaron aquí su residencia y dejaron su impronta en numerosos edificios civiles y religiosos.

El Colegio de Santo Domingo (s. XVI) es una de las grandes joyas de la arquitectura del Renacimiento.

Otros edificios religiosos de gran valor artístico son la Catedral del Salvador (gótica, s. XIII-XV), el Palacio Episcopal (barroco, s.XVIII), la Iglesia de Santa Justa y Rufina y la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.

Su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional. El Sábado Santo sale en procesión el trono del Triunfo de la Cruz, conocido popularmente como La Diablesa, obra de Nicolás de Bussy del año 1694. Como curiosidad este paso que representa un diablo con pechos tiene vetado el acceso a los templos

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