Encontrar nuestro refugio mientras viajamos

✍️ Noelia Castaño ⎮ España conmigo

Viajar, es conocer, descubrir lugares nuevos, pero además, consiste en escucharnos a nosotros mismos, descubrir emociones, sensaciones, así como refugiarnos en aquellos lugares donde nos sentimos seguros.

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ENCONTRAR NUESTRO REFUGIO MIENTRAS VIAJAMOS

Todos tenemos ese pequeño rincón donde nos refugiamos, donde sentimos que somos libres y la vida pasa para los demás, sin embargo, para nosotros permanece intacta. Nos aferramos a este lugar para aislarnos de nuestras inseguridades, nuestros miedos, nuestras preocupaciones y por qué no… para mirar al frente y por fin estar a solas con nosotros mismos.

El día a día pasa y no nos damos cuenta. Vamos a x5, como en las conversaciones de whatsapp cuando te mandan un audio de 3 minutos y lo aceleras. Lo aceleramos porque no tenemos tiempo, o mejor dicho “no queremos tener tiempo”. Eso mismo pasa con nuestro día y día. Por ello, encontrar ese pequeño refugio resulta imprescindible para encontrar nuestra PAZ.

1.- SAN JOSÉ, ALMERÍA

Cada vez que necesitamos un “chute” de energía, siempre elegimos San José, en la provincia de Almería. Un lugar que sencillamente enamora. Sus colores, sus playas, su gente, su gastronomía, su tranquilidad en época no estival, sus largos paseos en la playa…. Os confieso que, podría estar así durante horas, pero lo que pretendo es enseñaros un pedacito de este lugar donde los MIEDOS se hacen más pequeños y donde mi ESENCIA se hace más grande.

Despertar mirando al mar y sencillamente RESPIRAR.

¡Qué sensación tan sanadora y llena de vida!

Y no solo eso, despertarte, salir y observar un amanecer que te da los buenos días gritándote… ¡Hoy va a ser un buen día!, VÍVELO Y DISFRUTALO como tú solo sabes!

Estos momentos son los que quieres parar, disfrutar y conservar para toda la vida. Lamentablemente, esa sensación se esfuma en cuestión de segundos. En cambio, en San José, esto no pasa. ¿Sabéis por qué? Porque es mi refugio.

Es el refugio que me arropa en cada momento y que me hace ver la vida desde otra perspectiva. Aquí vengo para sanarme, para escaparme de mis miedos, pero también para enfrentarme a ellos. ¿Cómo lo hago? Varios caminos:

2.- CALA HIGUERA

Cada mañana, salgo a correr hasta la maravillosa Cala Higuera. Un camino como la vida misma, llena de piedras, de obstáculos, de impedimentos que nos dificulta la carrera. Cada día me tropiezo, me vuelvo a levantar y sigo el camino. Siempre, aprendo algo nuevo con este recorrido y sobre todo supero mis retos, mis inseguridades, en definitiva, mi esencia se hace más grande.

El camino de San José a Cala Higuera será ida y vuelta, apenas 4 kilómetros. Sinceramente, nunca miro el tiempo, porque estoy en mi refugio, y aquí no hay horas ni prisas, tan solo consiste en DISFRUTAR. Tras pasar todo ese camino de piedras, donde una corre más rápido que los coches porque no pueden ir a más de 10 por hora por las dificultades del camino, por fin llega la recompensa.

La recompensa está al llegar a la misma cala y encontrarte con la tranquilidad del mar que me recibe siempre con esos brazos tan abiertos. Nada más llegar, el mar dibuja una sonrisa y me dice: Por fin estás aquí. Es una conexión inmediata, siempre que voy, mi pequeño rincón está ahí para mí y para nuestro encuentro cara a cara – MAR- NOELIA.

¿Sabéis qué? Paso horas mirando el mar haciendo algo que en mi día a día no soy capaz: “NO PIENSO”. Tan solo disfruto, observo, y siento como la felicidad me invade por completo. La piel se me pone de gallina y solo quiero gritar de alegría ¿Alguna vez habéis tenido esta sensación? Es sencillamente INCREÍBLE.

La vida es un aprendizaje continuo donde cada día nos toca caer y levantarnos.

2. – PLAYA DE LOS GENOVESES

San José y sus alrededores tienen un sinfín de rincones por descubrir, algunos me los reservo para mí porque son mis pequeños secretos. Sin embargo, hay días donde la carrera se desarrolla camino a la Playa de Genoveses. Esta carrera, si puedo, no la hago sola. Esta carrera siempre que tengo la oportunidad, la hago acompañada de dos pilares fundamentales en mi vida: Mis padres. Unos padres que me enseñaron los valores de viajar desde que tenía meses y gracias a ellos, San José es mi rincón de refugio. Y dado que tengo tanto que agradecer a estos padres tan increíbles, confesaré que, con casi 40 años, soy fan de seguir viajando con ellos. Compartir momentos con ellos es un regalo.

Cada mañana, ellos caminan hacia la Playa de los Genoveses para disfrutar de un lugar sencillamente único. El camino es más sencillo, las dificultades son menores porque yo ya me siento más tranquila. Me siento más FUERTE, más VIVA y mi recompensa aquí está en caminar hacia un sitio de espectáculo.

La Playa de los Genoveses, en verano (como la mayoría) tiene mucha afluencia, pero caminar por toda ella de principio a fin sin gente es MAGIA ABSOLUTA. El día que hacemos esto, fácilmente ida y vuelta, caminamos 8 kilómetros y son 8 kilómetros donde la mochila va siendo cada vez más ligera, donde la sonrisa vuelve a mí y donde me pregunto. Noelia, esto es VIVIR, ¿Por qué tantos miedos, tantas inseguridades, tantas dificultades? La Playa de los Genoveses me enseña una cosa: La vida son dos días, disfruta cada momento, NO VUELVEN.

3.- CALA MEDIA LUNA

Mi pequeño refugio me enseña tantas cosas que es un LUJO haberlo descubierto y sentirlo tan mío. Si aún no lo tienes, busca ese lugar donde la felicidad te invade y sin nada ni nadie eres sencillamente FELIZ.

No puede haber ni una sola vez, donde no visite la Cala de Media Luna, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Está situada en el mismo entorno que la Playa de los Genoveses, pero es completamente diferente. Pasear por esta cala, me recuerda mucho a mi persona. Es una cala sencilla, a la sombra de la gran Cala de Mónsul, que enamora por su peñón, por sus atardeceres y su gran puesta en esencia.

En cambio, Media Luna es una cala justo al lado, que tan solo por su sencillez enamora. Una cala de tranquilidad absoluta, de paz interior indiscutible. Una cala perfecta para la REFLEXIÓN, para la CREACIÓN, para el CAMBIO. No os imagináis cuántas veces he cambiado el rumbo de mi vida en esta cala y siempre con resultados super positivos.

Además, La Cala de la Media Luna, es el lugar perfecto para EXPLORAR, para perderte y conocer, por ejemplo, CALA CARBÓN. Por otro lado, podrás relajarte mirando al mar y disfrutar de sus aguas donde caminas y caminas y el agua siempre resulta llegar a tu cintura.

Una playa con unas aguas cristalinas que nos enseña la transparencia de la vida y donde aprendemos la GRAN LECCIÓN: Hacer las cosas más sencillas y ser felices con lo que tenemos.

4. CALA DE LOS AMARILLOS

¡Mi gran tesoro!

Este tesoro es compartido, y es sin lugar a dudas la Cala de los Amarillos. Aquí digo que es compartido porque es popularmente conocida en mi entorno como la Cala Ester o Cala Esterilla, en honor a una persona extremadamente maravillosa que sin duda es indispensable en mi vida, mi hermana.

Esta cala la descubrimos hace millones de años, andando por este entorno del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. La descubrimos cuando aún nadie la conocía y eran muy pocos los que se atrevían a bajar por un camino con millones de obstáculos. Gracias a mi padre, donde la vida es tan solo, un RETO para él y sobrepasa cualquier obstáculo con ENERGÍA, VITALIDAD y PASIÓN, descubrimos este espectáculo de lugar.

Una cala que solo visito cuando me quedo días en mi refugio. Aquí es para estar todo el día, y disfrutar de ella completamente, SIN PRISAS y SIN PREOCUPACIONES. Un lugar que EMPODERA, que te arma de VITALIDAD y que proporciona toda la ENERGÍA suficiente para llegar hacia donde tú desees. Dejadme deciros algo: Si tú crees en ello, ¿Por qué no? Esto es lo me enseña esta cala cada vez que piso un pie en ella.

Ya desde arriba te grita para que bajes y la abraces con el pisar de tu caminar. Una cala que en época no estival estás completamente solo. Al estar resguardada y al situarse donde está, no podía ser para menos y es una playa Naturista. Perfecta para desnudarse literalmente y salir de ella SIN MIEDOS, SIN INSEGURIDADES, SIN PREOCUPACIONES, simplemente EMPODERADOS.

– ¿Y tú? ¿Tienes tu refugio? – Porque al final, viajar no solo es conocer lugares, sino, además, encontrar pequeños lugares donde poder plantar nuestra semillita con nuestra esencia.