Hacer el Camino de Santiago con niños: una aventura familiar inolvidable 

✍️ Claudia Robles ⎮ Viajando con Manuela

Hacer el Camino de Santiago es una experiencia transformadora e increíble (te lo digo por experiencia) y compartirla con tus hijos (sean chicos o grandes) puede convertirla en una aventura aún más especial, aunque al principio te pueda parecer una locura. 

Aunque muchos asocian esta ruta histórica con caminantes adultos en busca de un retiro espiritual, recorrer el Camino en familia, incluidos los más pequeños, es una experiencia única que fomenta valores como el esfuerzo, la superación personal y el amor por la naturaleza. Te garantizo que es algo único que recomiendo a todo el mundo, a todas las familias.  

Así que aquí te contamos todo lo que debes saber para embarcarte en esta maravillosa aventura con niños. 

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Elegir la tuta adecuada 

El Camino de Santiago tiene múltiples rutas, pero algunas son más adecuadas para viajar con niños. La más popular es el Camino Francés, con buena infraestructura y servicios. Sin embargo, otras rutas como el Camino Portugués o el Camino Inglés tienen etapas más cortas y menos masificación, ideales para los pequeños peregrinos. Nuestra recomendación: si tienes niños muy pequeños o es tu primera vez, decídete por el Camino Francés.  

Es importante elegir tramos con distancias moderadas, preferiblemente entre 10 y 15 kilómetros por día, adaptándote a la capacidad física y edad de tus hijos. Nosotros hicimos 6 etapas de entre 15 y 18 km diarios, ya que íbamos con una niña de 7 años y otra de 1 año. 

Como consejo: no olvides organizar los dias para poder contar con tiempo (una vez que terminas el Camino de Santiago) para disfrutar de Santiago de Compostela, de su Catedral y de todo lo que esta preciosa ciudad tiene preparado para el peregrino.  

Mujer caminando con bebe en el camino de santiago peregrina

Beneficios de caminar el camino en familia 

Realizar el Camino de Santiago con niños no solo es una aventura física, sino también una oportunidad para crear recuerdos imborrables y hablar de todo aquello que el día a día no te deja por falta de tiempo. Al caminar juntos desconectas de las pantallas y el ajetreo diario, los niños aprenden la importancia del esfuerzo, la perseverancia y la empatía al ver a otros peregrinos y juntos descubrís paisajes espectaculares y pueblos llenos de historia que capturan la imaginación infantil. 

Consejos prácticos para el camino con niños 

Planificación flexible: Diseña un itinerario con tiempo extra para descansar o disfrutar de actividades espontáneas. Los niños necesitan pausas más frecuentes. 

Equipaje ligero: Lleva lo esencial y opta por mochilas ergonómicas. Para los niños, una mochila ligera con sus propios snacks y agua es suficiente. 

Entretenimiento y motivación: Canciones, juegos de observación y pequeñas recompensas al final de cada etapa mantienen el entusiasmo. 

Alojamiento cómodo: Opta por alojamientos familiares, como pensiones o albergues privados, que ofrezcan tranquilidad y espacio para descansar. 

Cuidado de los pies: Invierte en calzado cómodo y lleva calcetines de repuesto. Revisa regularmente que no haya ampollas o rozaduras. Lleva ropa y zapatillas que ya tengas domadas (no cometas el error de comprarte zapatillas y ropa para estrenarla allí) 

Hay muchas formas de organizar el Camino de Santiago. Por ejemplo, en nuestro caso, cuando hemos hecho el Camino de Santiago en autocaravana y con niños, no hemos necesitado reducir nuestro equipaje y buscar alojamiento.  

Pareja con inños en el camino de santiago delante del cartel de Sarria

Prepararse físicamente y mentalmente 

Antes de emprender la ruta, es importante que tanto adultos como niños se preparen caminando juntos regularmente. Esto les ayudará a adaptarse a la rutina del peregrinaje y fortalecerá su resistencia. Además, habla con tus hijos sobre lo que pueden esperar: largas caminatas, cambios de clima y la experiencia de compartir espacios con otros peregrinos. ¡Toda una aventura! Por ejemplo, a nuestra hija mayor le enfocamos esta aventura como una misión en la que si la conseguía terminar le darían un diploma (la “Compostela”) y fue motivada todas las etapas.  

Una experiencia para etesorar toda la vida 

Hacer el Camino de Santiago con niños puede ser desafiante, pero las recompensas superan cualquier dificultad. Es una oportunidad para enseñarles a valorar el esfuerzo, disfrutar de la naturaleza y conectar con otros peregrinos. Los momentos compartidos en esta aventura quedarán grabados en su memoria como una de las experiencias más enriquecedoras de su infancia. Damos fe de ello, aún recuerdo la emoción que sentimos los 4 al llegar a la Catedral de Santiago.  

Así que prepárate, ajusta las mochilas y emprende el Camino de Santiago con tus pequeños exploradores. Cuando termines, estarás deseando volver a hacerlo de nuevo (como nosotros). 

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