Más allá del «Hype»: 7 destinos sobrevalorados y los tesoros escondidos que tienes que visitar
✍️ Sara y Nadia ⎮ Vive la vida Roca
A todos nos ha pasado… Llegas al lugar tan famoso del que todo el mundo habla, te preparas para el “¡¡Guuuaaauuu!!” y lo que te sale es un “ppssschaaa”.
Pero no te preocupes, para cada decepción turística hay, muy cerca, una joya escondida esperando a ser descubierta. En este post, vamos a comparar siete destinos que se llevan toda la fama pero que, a veces, no cumplen con las expectativas, con otros lugares menos conocidos que realmente son los que valen la pena.
Prepárate para descubrir esos sitios que te harán decir: “Pero… ¿Cómo la gente no conoce esto?”
1. Torre de Pisa vs Torres de Bolonia (Italia):
– Torre de Pisa:
Bueno, que te vamos a contar de Pisa. Todo el mundo pegándose por hacerse la foto sujetando la torre inclinada como si tuvieran súper poderes. Incluso nosotras caímos en el tópico, aunque, con una variante… ¡¡La sujetamos con la cabeza!! Pero… ¿Y además de eso? Pues cómprate un helado y date un paseo porque más allá de la torre como no tengas algo más planeado el día puede ser un poco rollete.
– Torres de Bolonia:
Vamos a hablar de Bolonia. Las torres Asinelli y Garisenda también desafían la gravedad, pero es que, además, si te atreves a subir sus 500 escalones, tendrás una vista impresionante de la ciudad. Menos turistas y más auténtico. Pisa, bonita, toma nota.
– Conclusión:
Si estás planeando una visita a esta zona de Italia, ya sabes: Pisa es para el postureo, pero Bolonia es la que te va a sorprender, y…. la que te va a ayudar a quemar ese helado que te vas a comer en Pisa.
2. Lago Como vs Lago Maggiore (Italia):
– Lago Como:
¡¡Aaaaah… el Lago Como!! El lugar donde George Clonney tiene su mansión y donde cualquier influencer que se precie quiere hacerse un selfie mientras espera que George salga por la ventana Nespresso en mano. No nos malinterpretes, el lago Como es precioso, hemos estado 2 veces, pero entre el turismo masivo y los precios de las cosas pues… es para pensárselo.
– Lago Maggiore:
Y luego tenemos el Lago Maggiore, otro de los grandes lagos del norte de Italia, que, desde ya, te decimos que tiene mucho que ofrecer sin tanto postureo. Sus islas llenas de flores y su ambiente mucho más relajado es ideal para disfrutar de verdad. Además, aquí no tendrás que hacer cola para conseguir una foto con las mejores vistas. Clonney puede quedarse con Como, que nosotras, nos quedamos con Maggiore.
– Conclusión:
Si lo que buscas es la foto típica de Instagram, el Lago Como te espera. Pero si prefieres un lugar donde puedas disfrutar sin tanta parafernalia, el Lago Maggiore es el tuyo. ¿Fotos? Las vas a tener igual, pero sin la presión de que se te cruce George por delante.
3. Torre Eiffel vs Sainte Chapelle (Francia):
– Torre Eiffel:
París, la ciudad del amor, de las luces y… de una de las torres más famosas del mundo. Pero, seamos sinceros, subir a la Torre Eiffel no es precisamente lo más romántico cuando estás rodeado de miles de turistas haciendo cola durante horas y pasando más controles de seguridad que en el aeropuerto. ¿Qué es lo más bonito de la visita? El airecito que corre en el tercer piso y que es el que te despeja de tanto agobio.
– Sainte Chapelle:
¿Crees que en París ya está todo descubierto? De eso nada. Olvídate de las alturas y ve a la Sainte Chapelle. Esta maravilla gótica te dejará con la boca abierta. Sus vidrieras parecen sacadas de un sueño. Hay gente, sí, pero ordenada y sin tanta desesperación por un selfie. En lugar de vistas panorámicas tendrás un espectáculo de luz y color digno de Disney. Es el típico lugar que hará que te olvides que París está siempre lleno de turistas, aunque sea por un ratito…
– Conclusión:
No busques el amor en la Torre Eiffel… ¡¡Eso lo hace todo el mundo!! Enamórate de los detalles de la Sainte Chapelle y llévate una postal mental de las vidrieras más impresionantes que verás en tu vida.
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4. Florencia vs Siena (Italia):
– Florencia:
Florencia… la cuna del Renacimiento, llena de arte y… de turistas. Porque, seamos sinceros, pasear por el Ponte Vecchio o ver el David de Miguel Ángel es gloria para los sentidos, pero también puede convertirse en una verdadera yincana de resistencia entre multitudes, colas interminables y precios que podrían rivalizar con el del oro. No tenemos ninguna duda de que Florencia es impresionante, pero a veces sientes que lo único renacentista es tu paciencia mientras intentas encontrar hueco para respirar.
– Siena:
Y luego está Siena, la eterna rival de Florencia, pero… más relajada. Aquí no hay colas para entrar a ver la catedral que, por cierto, es espectacular. No te pierdas la Piazza del Campo, te llamarán la atención sus dimensiones y su forma. Además, cada rincón de Siena tiene ese aire medieval que tanto nos gusta y que te transportará a otra época. Menos selfies y más autenticidad.
– Conclusión:
Florencia puede ser la reina del Renacimiento, pero Siena es esa princesa que te roba el corazón. Mientras los turistas se amontonan en la Galería Uffizi, tú podrás estar disfrutando de una buena copa de Chianti en la Piazza del Campo sin prisas, sin agobios y eso… no tiene precio.
5. Praga vs Cesky Krumlov (República Checa):
– Praga:
Praga, la ciudad de las cien torres y… ¡¡De los cien mil turistas!! Es difícil no enamorarse de Praga, nosotras lo estamos tanto como para haber estado en 3 ocasiones, pero, a veces el encanto se pierde entre los vendedores de souvenirs, los empujones para una foto con el Reloj Astronómico e intentar encontrar sitio libre en una cafetería del centro y es cuando te das cuenta de que Praga igual no es tan mágica como parecía en las fotos.
– Cesky Krumlov:
Hay una ciudad en la Bohemia del Sur que parece sacada de un cuento de hadas y se llama Cesky Krumlov. Aquí puedes pasear por sus calles empedradas y cruzar sus puentes sin sentirte apretujado. Con un castillo imponente y unas vistas que te dejarán sin aliento, Cesky Krumlov es una pequeña ciudad que te hace preguntarte como es que todo el mundo está en Praga y no aquí, pero vamos, mejor, más sitio para ti.
– Conclusión:
Praga es la estrella de la película, pero Cesky Krumlov es ese actor secundario que brilla con luz propia. Si prefieres sentirte parte de un cuento de hadas en lugar de en un concierto de Taylor Swift, ya sabes cuál de las dos tienes que elegir.
6. Monasterio de Cluny vs Abadía de Hautecombe (Francia):
– Monasterio de Cluny:
En su día, este monasterio fue el más grande de Europa, pero hoy… está hecho unos zorros. A ver, hay mucha historia entre esos muros derruidos y sí, en algún momento fue el epicentro religioso en Europa, pero necesitas mucha imaginación para llegar a visualizar lo que un día fue. Y no vamos a hablar del precio que cobran por entrar… eeeejeeem.
– Abadía de Hautecombe:
Situada junto al lago de Bourget, la Abadía de Hautecombe es un lugar que, además de mantenerse en pie (cosa que es un puntazo) también impresiona. En lugar de intentar imaginar cómo sería en su época de esplendor, el esplendor sigue ahí y lo puedes ver “in situ”. Además, tiene unas vistas al lago impresionantes, una experiencia para los sentidos.
– Conclusión:
Cluny tiene la historia, pero Hautecombe tiene el encanto. Mientras en Cluny tienes que construir tú el pasado a modo rompecabezas, en Hautecombe puedes vivirlo de primera mano. Así que, si estás buscando inspiración en lugar de ruinas sin sentido, ya sabes a donde ir.
7. Carcasona vs Cordes-sur-Ciel (Francia):
– Carcasona:
Carcasona es la fortaleza medieval más famosa de Occitania y, nos atrevemos a decir que de medio mundo, pero está… abarrotada. Es cierto que a primera vista sus murallas son impresionantes, pero la cantidad de turistas, las tiendas de souvenirs a troche y moche y el ambiente algo artificial puede hacer que la magia se esfume rápidamente.
– Cordes-sur-Ciel:
Cordes-sur-Ciel es un pueblo medieval que parece, literalmente, flotar sobre las nubes. A diferencia de Carcasona puedes disfrutarlo sin multitudes y sin sentir que estás en un parque temático. Sus calles empedradas, sus miradores y ese aire de autenticidad te transportará al pasado. Es el típico pueblo en el que quieres perderte por todas sus calles y olvidarte del paso del tiempo.
– Conclusión:
Carcasona es el espectáculo, pero en Cordes-sur-Ciel encontrarás el alma de Occitania. Si buscas un viaje a la Edad Media, no lo dudes, Cordes-sur-Ciel te espera con los brazos abiertos y unas pocas cuestas.
¿Te han inspirado estas siete comparaciones a reconsiderar eliminar de tu lista de deseos o de tus “favs” los destinos famosos y a incluir alguno de los que no lo son tanto? Nosotras somos muy de rebuscar y te decimos que merece la pena. ¡¡Explora los alrededores de los lugares que se llevan la fama porque casi con seguridad encontrarás alguna joya oculta!!