Viajar sin arrasar

Viajar sin arrasar: Cómo ser un viajero responsable

✍️ Eva Lorenzo⎮Trip Trip Hurra

Qué maravillosa es la emoción que sentimos al descubrir un nuevo destino. Viajar nos brinda cientos de experiencias nuevas, nos hace sentir vivos, nos abre la mente y nos hace ser mejores… Bueno, no siempre.

Los viajes nos regalan muchas cosas pero los viajeros a veces somos egoístas y desconsiderados, cuando solo pensamos en nuestra propia experiencia y no en el impacto que provocamos allí por donde pasamos.
El buen viajero sabe que tan imprescindible como el pasaporte es la responsabilidad, para dejar una huella positiva y no una estela de destrucción a su paso. Aquí tienes una breve guía con ejemplos para que seas un trotamundos ético, responsable y respetuoso.

Di no a los zoos humanos

Empecemos por un ejemplo: las mujeres jirafa de Tailandia. Estas mujeres, pertenecientes a la etnia kayan, son forzadas a llevar anillos de metal alrededor de sus cuellos desde muy jóvenes, algo que se ha convertido en un símbolo de explotación disfrazado de “cultura” que se vende como atracción turística.

Mujer Jirafa


Por qué no visitarlas

Al pagar para verlas, estamos apoyando un sistema que perpetúa la explotación de estas mujeres, quienes, a menudo, no tienen otra opción que exhibirse para sobrevivir. Además los aros destrozan su columna vertebral y les provocan muchos dolores y les incapacitan para realizar ciertos movimientos o dormir con comodidad. Esto no es cultura, es crueldad envuelta en un lazo turístico. Así que, si realmente te interesa la cultura tailandesa, enfócate en apoyar comunidades que promuevan el empoderamiento y la autosuficiencia. Este es solo un ejemplo, pero lamentablemente existen muchos otros en el mundo.
Lo que puedes hacer en su lugar:

Busca experiencias auténticas donde tu dinero ayude directamente a las comunidades locales, sin perpetuar prácticas de explotación. Visita mercados, participa en talleres artesanales, o apoya proyectos que empoderen a las mujeres de manera sostenible.

Animales “graciosos”: el dolor detrás de tu selfie

Todos hemos visto esas fotos en Instagram: turistas sonrientes abrazando tigres, elefantes o monos. Pero detrás de esa imagen “simpática” suele haber una historia de dolor y sufrimiento. Muchos de estos animales son capturados, drogados, encadenados y forzados a interactuar con humanos o hacer ciertos números circenses para que sus dueños sin escrúpulos ganen dinero.

Mono encadenado


Por qué no deberías hacerlo:

Estos animales viven en condiciones deplorables, son maltratados, y su vida es todo menos natural. Al pagar por tomarte una foto con ellos, estás apoyando un ciclo de explotación que los mantiene en condiciones terribles. Cuando ese animal enferme o se revele será sacrificado y repuesto por otra cría, perpetuando este negocio odioso y cruel.

Lo que puedes hacer en su lugar:
Si amas a los animales, hay formas responsables de interactuar con ellos. Visita santuarios éticos donde los animales rescatados viven en condiciones que imitan su hábitat natural, y donde el objetivo es la rehabilitación y la conservación, no el entretenimiento. Ahí tu dinero irá destinado a su alimentación y recuperación y no a su maltrato.

Otro ejemplo de explotación animal son los asnos de Petra. En este caso son utilizados como transporte “exótico”. Muchos turistas optan por alquilar asnos para subir las colinas, sin saber que estos animales a menudo son golpeados y trabajan hasta la extenuación solo para que los turistas eviten un poco de sudor. ¿Es ese realmente el tipo de recuerdo que quieres llevarte? Explora Petra a pie y aprecia la magnitud del lugar con cada paso. Y si ves casos de maltrato, denuncia en las redes sociales. Muchas organizaciones internacionales están luchando por los derechos de estos animales y necesitan el apoyo de los viajeros para presionar por un cambio.

Burro explotado

Respeta el medioambiente

Viajar tiene un impacto ambiental, eso es innegable. Pero hay muchas formas de minimizarlo, cada pequeño esfuerzo cuenta. La primera vez que viajamos a la India observamos horrorizadas como todas las personas de nuestro vagón lanzaban los vasos y envases de plástico por la ventana del tren. Nosotras estábamos comiendo plátanos y cuando terminamos envolvimos las pieles en papel de periódico y las guardamos para tirarlas en una papelera. Tras vernos, las personas del tren nos pidieron nuestro envoltorio para depositar dentro su basura y no lanzaron nada más por la ventana. A veces solo basta con dar ejemplo.


Evita lo siguiente:
● Plásticos de un solo uso: Lleva tu botella reutilizable, una bolsa de tela y di no a las pajitas y las bolsas de plástico. Te recomiendo también llevar tus propios cubiertos y una taza plegable para evitar los de plástico.
● Transporte contaminante: Siempre que puedas opta por trenes, transportes compartidos o, mejor aún, camina o alquila una bicicleta para moverte por las ciudades.
Investiga opciones de alojamiento que sean ecológicas y que respeten el entorno local. Participa en actividades que promuevan la conservación, como programas de limpieza de playas o visitas a parques naturales donde tu entrada financia proyectos de protección ambiental.

¿Tienes un blog de viajes y escribes en español desde cualquier parte del mundo?

Spain-travel-bloggers

Da ejemplo y denuncia lo que está mal

No se trata solo de no participar en actividades perjudiciales, sino de ser proactivo. Si ves algo que no está bien, denuncia. No vale mirar hacia otro lado.


Consejos para ser un viajero activista:
● Haz reseñas y comentarios: Después de tu viaje, dedica un tiempo a escribir reseñas en plataformas como TripAdvisor, destacando las prácticas responsables o advirtiendo sobre aquellas que no lo son.
● Habla con las comunidades: Durante tu viaje, conversa con locales sobre cómo el turismo está impactando su comunidad y cómo los viajeros pueden ayudar.
● Usa tus redes: Comparte tus experiencias en redes sociales para inspirar a otros a seguir tus pasos y viajar de manera ética y responsable.

Viajar con conciencia y corazón

Somos ciudadanos del mundo y es nuestra responsabilidad cuidarlo. Viajar nos brinda la oportunidad de aprender, crecer y aportar nuestro granito de arena para hacer el mundo un poco mejor. Al elegir ser un viajero responsable, no solo mejoras tus propias experiencias, también contribuyes a un mundo más justo, donde las personas, los animales y el medioambiente son respetados y protegidos. Así que la próxima vez que prepares tu mochila o tu maleta, lleva contigo una buena dosis de conciencia y empatía.

¡Viaja con el corazón y deja el mundo mejor de lo que lo encontraste!

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Índice