La Esencia de la Toscana en 8 de los Pueblos Más Impresionantes
✍️ Charo Merino ⎮ Lugares y otras curiosidades
Amarillos, ocres y verdes, son los colores que envuelven la Toscana, que llena de pueblos impresionantes históricos, seduce al viajero llenándolo de romanticismo.
Vamos a emprender un recorrido por ocho de estos pueblos, por lo que preparar un buen calzado para caminar y callejear sin problema. Partimos desde Florencia, en un trayecto de 76.5 km hasta llegar a Arezzo, una de las principales ciudades de la Liga Etrusca y muy popular en el arte de la orfebrería.
Arezzo
Caminamos hasta llegar a la Piazza Grande con el suelo totalmente inclinado, pronto la reconocemos ya que es donde se rodó parte de la oscarizada película La vida es bella.
En ese momento los balcones que rodean a la Piazza están decorados con escudos, debido a que hace pocos días fue la Giostra del Saracino o Justa de Saracino una antigua competición que data del siglo XVIII y que en 1931 comenzó a celebrarse.
Todo ocurre en la Piazza Grande, con los sbandieratori o abanderados lanzando las banderas de una forma espectacular. El himno de la justa marca su inicio, mientras ocho caballeros ataviados con sus respectivos uniformes, colores y símbolos y sus armaduras desfilan a caballo, representando los cuatro barrios en los que se divide la ciudad, a saber Porta Crucífera, Porta del Foro, Porta Sant’Andrea y Porta Santo Spirito.Acto seguido, el Maestro de Campo da una señal, y el caballero cabalga a toda velocidad hacca el Sarraceno, que actualmente es un muñeco, al cual debe golpear por diferentes partes el escudo que porta el mismo.
El grupo de caballeros que consiga más puntos ganará la codiciada Lanza Dorada.
El Palazzo delle Loggede 1573, el de la Fraternidad de Laicos, 1375 y el Tribunal de los siglos XVII y XVIII, rodean la Piazza. Junto al Tribunal se encuentra la parte de atrás de la Pieve de Santa Maria, su fachada y entrada están en la calle opuesta, en la vía Corso Italia.
Recorremos las calles Vía Borgunto, Piaggia S. Bartolomeo, continuamos por S.Nicoló della Minerva, giramos hacia vía di Pellicceria para girar luego a la derecha en Piaggia di S. Marino y regresar a la Piazza Grande.
Hay varios restaurantes alrededor de la piazza, en el de Dario e Anna la lasaña es exquisita.
Nos dirigimos a Cortana, ubicada a tan solo 30 kilómetros, donde pasaremos la noche. La subida en coche por la serpenteante carretera dejando el valle abajo es apasionante. Nada más llegar, me dirijo a toda prisa, como si el momento, la luz del sol de la tarde que empezaba despacio a caer, me llamara a observar el instante.
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Cortona
El pueblo toscano de origen etrusco más antiguo de la región, enrocada en la colina de San Egidio y con una de las mejores y más espectaculares vistas de toda la Toscana. Tenía muchas ganas de ir a Cortona desde que vi la película Bajo el sol de la Toscana, rodada gran parte de ella, en ese idílico lugar.
Será mejor que cojamos una rebeca o chaqueta ligera, empieza a refrescar, seguramente debido a la altura del pueblo.
Por una de sus empedradas calles la Vía Nazionale, de las pocas que no es cuesta arriba, caminamos hasta llegar a la Piazza della Republica, centro del pueblo desde la época romana, y el lugar en donde antaño se encontraba el foro, ahora convertido en el punto emblemático de Cortona lleno de restaurantes, tabernas y tiendas de souvenirs; no puedo evitar pensar e intentar ponerme en situación de aquella era en la que la piazza estaba llena de gente ataviada con la ropa de ese tiempo del que nos separan unos cuatro siglos aproximadamente, ¿Qué pensarían, qué dirían si pudieran ver cómo está actualmente la piazza? Con el Palazzo del Capitano, construido en el siglo XII como el emplazamiento del “capitán” o gobernante político, como edificio central, al que se le añadió el campanario en el siglo XV. Antes de convertirse en el Ayuntamiento, fue la residencia cardenalicia.
Continuamos por la vía Roma hasta la Cattedrale di Santa Maria Assunta, en la Piazza del Duomo con unas impresionantes vistas a todo el valle toscano. El anaranjado sol ocultándose en el horizonte llena de tonos dorados la campiña despidiendo el día y dejando paso a la fresca noche estrellada. Me siento en la piedra del viejo muro impregnándome de la Toscana.
Regresamos hasta la Piazza y seguimos por la calle de enfrente, me gustaría ver la fontana de la película. Le pregunto a un lugareño que está cerrando su tienda, Dov’è la fontana? A lo que me contesta, la fuente no existe en Cortona, solo aparece en la película, suelto una carcajada él también se ríe, será mejor que busquemos donde cenar, y el restaurante cerca del alojamiento con vistas al valle es el lugar perfecto. Tras un suculento desayuno proseguimos, y en algo más de 30 kilómetros llegamos a Montepulciano.
Montepulciano
Cuesta un poco aparcar en estos pueblos ya que el acceso al casco histórico en vehículo está cerrado, salvo a residentes. Por la vía di Collazzi y luego la estrecha vía di S. Donato, empezamos a darnos cuenta de que vamos a hacer un viaje en el tiempo. LLegamos a la Piazza Grande, históricos edificios circundan la plaza, una de las más bonitas de la Toscana, en mi opinión.
Los arcos del antiguo Palazzo Nobili-Tarugi perteneciente a ambas familias nobles, siendo primeramente de los Nobili y posteriormente de los Tarugi, atraen mi mirada hacia ellos, y me acerco a observar detalladamente todo el conjunto, está totalmente revestido de mármol travertino, uno de los más elegantes, data del siglo XVI. Actualmente es el Ayuntamiento de Montepulciano.
Junto a él y en su esquina derecha, frente al Palazzo del Capitano del Popolo, el impresionante Pozo de los grifos y los leones. Sus columnas de travertino sostienen el dintel en el que dos leones sujetan el escudo de los Medici y a ambos lados un par grifos, el mitológico animal con cuerpo, cabeza de águila con grandes alas doradas y enormes garras.
Al lado el Palazzo Comunale, con su torre a la que es posible subir y disfrutar de las vistas. Por la vía Ricci llego al mirador del Val d’Orcia da Montepulciano, continuo por esa misma calle hasta otro mirador. El Val d’Orcia es realmente hermoso, me sorprendo sonriendo y me cuesta dejar de mirarlo.
Caminamos sobre nuestros propios pasos unos metros, giramos por la vía Talosa, y nos encontramos una bodega llamada Bodega Histórica Talosa, me asomo, solo hay un par de chicas, les pregunto si es posible visitar la bodega y muy amables, indicando la escalera de bajada me asienten.
La humedad y el fresco de la bodega se hacen sentir a medida que voy bajando las escaleras, grandes y enormes barriles llenos del exquisito vino de la zona esperan ser embotellados para ser degustados, para brindar con ellos.
Regresamos a la Piazza Grande en busca de una terraza a la sombra donde poder catar el Brunello y comer algo. El Ristorante Pizzeria Gelateria Duomo es perfecto para lo que busco en este momento.
Val D’orcia
Hay unos 65 kilómetros hasta Siena desde Montepulciano, aunque haremos una parada en uno de los puntos más emblemáticos de la Toscana. Situado en la misma carretera SP146 entre Pienza y San Quirico d’Orcia con una magnífica panorámica de la campiña toscana y de la Cappella della Madonna di Vitaleta rodeada de cipreses y ondulantes colinas. Construida en el siglo XII en el mismo sitio donde se dice que se le apareció, a una pastora que por ahí pasaba con su rebaño, la Virgen María.
Siena
Una impresionante ciudad que impresiona nada más llegar. Su gran Piazza conocida como Piazza del Campo, llegó a emocionarme. El Palazzo Pubblico y la Torre del Mangia, una de las más antiguas de Italia, se alzan a uno de los lados, junto a ellos y rodeando la piazza edificios y palacios magníficamente bien conservados del siglo XIV; en la parte alta del Campo, como la llaman los sieneses, la Fonte Gaia.
Hay bastante gente paseando por la plaza, algunos sentados en el suelo y otros llenan los centenares de tabernas que la rodean.
Observando cada detalle nos adentramos en las callejuelas en busca de la Catedral Santa María Assunta. Asomándose entre las casas del casco histórico, una de las iglesias románico-góticas más majestuosas de Italia. De mármol blanco, rojo de Siena y verde de Prato, la fachada principal, coronada en forma de triángulo con la Coronación de la Virgen la cual está rodeada de ángeles.
Seguimos caminando hasta llegar de nuevo al Campo. Ya ha anochecido, descansamos un rato en la plaza antes de buscar un sitio para cenar una exquisita tabla de quesos de la Toscana y una copa de Chianti rosso en la terraza del Ristorante Manganelli en la Piazza Il Campo, una de las plazas más bonitas que he visto.
San Gimignano
42 kilómetros separan Siena de San Gimignano. Conocida como la ciudad de las 72 torres de las que se conservan 14. Andando por la empedrada calle, podemos ver la parte alta de un par de torres pasando el arco de piedra medieval que cruza la callejuela. Llegamos a la piazza central, me quedo casi abrumada de su magnificencia. Un pueblo que alcanzó su máximo poder en la segunda mitad del siglo XIII gracias al azafrán, lo que permitió a algunas familias acumular fortunas que se medían por la altura de sus torres.
La más alta, con 52 metros, es la Torre Grande conocida como la Torre del Podestà, o la Rognosa, data de 1.311, se encuentra junto al Palacio Municipal en la Plaza de la Catedral. Por ley, ninguna torre podía ser más alta que la del gobernador. Sin embargo, en la plaza de la Cisterna, en la esquina con la plaza del Duomo, la familia Ardinghelli se atrevió a levantar dos torres gemelas mucho más altas, y que posteriormente acortadas, tal como podemos verlas ahora.
Es posible subir a una de las torres, la Torre Grossa, me dicen en la oficina de turismo que hay en la plaza. Casi antes de que el chico terminara de hablar, ya estaba yendo a comprar el ticket para subir.
La Torre Grossa o Torre del Palazzo del Podesta, los 200 escalones de la torre hacen que merezca la pena el esfuerzo hasta la cima de 50 metros de altura. Respiro un poco al llegar, bebo agua y me asomo. Las callejuelas medievales se apiñan en picado junto a las otras torres, muy cerca los pintorescos viñedos y los cipreses rodean a San Gimignano, las vistas de la campiña desde aquí son la esencia de la Toscana. Me viene a la memoria la película Té con Mussolini, cuando en 1.944 los alemanes reciben la orden de destruirlo todo y un pequeño grupo de mujeres de unos 80 años se enfrentan a ellos, que con los cañones apuntando a las torres, esas magníficas mujeres hacen que retrocedan y queden intactas las torres y otras obras de arte que allí escondían. Gracias por vuestro valor y valentía.
Lucca y ruta Alpes Apuanos, ascensión al Monte Prana 1221 metros
Hay 90 kilómetros hasta Lucca, me gustaría no llegar demasiado tarde, ya que mañana me espera Niccolò, el guía de montaña con el que haré una ruta de algo más de 8 kilómetros por los Alpes Apuanos, a una hora de Lucca, y la idea es ver amanecer ascendiendo al monte Prana, por lo que hay que levantarse a eso de las cuatro y media de la mañana. Una vuelta de toma de contacto por el cercano centro histórico, y a descansar y dormir.
Niccolò, ya está en la puerta, emprendemos rumbo al punto de inicio al que llegamos a las 5:45 horas. El Monte Prana es la montaña más meridional de los Alpes Apuanos, dominando la cuenca de Camaiore y separándola del valle del río Pedogna. Con una cruz de hierro levantada en 1968 en su árida cima como símbolo de Paz, y en memoria de los caídos en todas las guerras, en la que reza en una placa: Este monumento en forma de cruz está dedicado a los caídos de todas las guerras. Fue construido sobre esta montaña desde la que, durante la última guerra mundial, los cañones dispararon contra la ciudad de Camaiore. Esperamos que esta cruz sea un símbolo de fe y paz.
Las vistas desde la cima son espléndidas, con la costa a un lado y las montañas al otro, incluso a lo lejos es posible ver los Apeninos.
Diez son los baluartes, construcciones defensivas, que cierran el recinto amurallado de Lucca. Una maravilla de una época durante la cual repúblicas y ciudades enfrentaban entre sí a las monarquías hispánica, francesa y al emperador Habsburgo. Lucca quedó a salvo de la guerra que asolaba las ciudades toscanas, por ello las murallas renacentistas nunca sufrieron ataques. Construidas entre 1513 y 1645, con 4 km de longitud, 12 metros de altura y 30 metros de anchura. Actualmente con jardines y paseos elevados para caminar e ir en bici. Uno de los sitios más emblemáticos de Lucca.
Pasamos por la Porta Elisa caminando por la vía del mismo nombre, cruzamos la vía del fosso y continuamos por vía Santa Croce hasta vía dell’Angelo Custode para a los pocos metros girar por vía Sant’Andre y así llegar a la famosa Torre Guinigi, que aunque no parece que haya mucha cola para subir, a pesar de la cantidad de gente en el centro histórico, elegimos callejear tranquilamente y perdernos un poco por las callejuelas; lo que nos lleva pasando la Piazza medieval del Anfiteatro, atestada de gente, cafeterías y restaurantes, unas calles por detrás de la misma a la bonita Basílica San Frediano.
Callejeamos un rato más buscando un sitio tranquilo donde comer. No podemos irnos de Lucca sin caminar por las murallas, y casi sin darnos cuenta se hace prácticamente de noche.
Vinci
Vinci, el lugar natal del Gran Leonardo Da Vinci, 45 kilómetros desde Lucca. Entre olivos centenarios, en una sencilla casa de campo a un par de kilómetros de Vinci, hace 572 años, nació el 15 de abril de 1452 Leonardo. La casa a la que únicamente se pueden acceder a dos habitaciones, presenta una interesante narrativa audiovisual tridimensional contando la vida de Da Vinci.
Había leído que una bonita forma de llegar a la casa es caminando desde el pueblo, junto a la carretera que pasa junto al Mulino della Doccia. Se trata de la ruta verde, sendero nº 14, y que tras el pequeño tramo asfaltado se adentra en los campos de olivos hasta la casa de Leonardo. A pesar de calor que hace,nos encaminamos por la cuesta hasta la casa de maestro.
Sin embargo, me pareció mucho más interesante el museo Leonardiano en el centro histórico de Vinci. Organizado en varias secciones sobre la maquinaria de construcción, la fabricación textil, los relojes mecánicos y sus estudios anatómicos entre otras cosas, repartidos entre las dos plantas del museo. Todo muy bien explicado y con varios vídeos sobre sus inventos, pero lo que más me fascinó es poder ver de cerca sus dibujos y bocetos de sus inventos e ideas magistrales.
Callejeo un poco buscando un lugar a la sombra para tomar un vino y comer algo ligero, camino hasta dar con el sitio perfecto a la sombra fresca.
Salute e non smettete di andare in Toscana.
La verdad es que hay mucho más que recorrer en la hermosa Toscana. Siempre he pensado que Italia es un lugar imprescindible e indispensable que todo viajer@ debería visitar.
3 Comentarios
Charo Sempere
Estoy emocionada leyendo tu reportaje, es como si hubiese realizado yo este fantástico viaje. Es difícil elegir un lugar, todos tienen tanta historia y encanto. Las películas que nombras las vi en su momento y son muy recomendables. Gracias por compartir tanta Belleza. 🤩🌟🌟🌟🌟💫
Charo Sempere
Y quisiera destacar San Gimignano con sus preciosas Torres y la historia que hay detrás de ellas, y que como tú bien dices se narra en Té con Musolini (bellísima pelicula)😍💫
Rafael Cano Mora
Muy interesante este itinerario . Me encantan los lugares qie han variado poco su fisionomía y está ruta es buena cuenta de ello . Charo sabe elegir sus destinos y nos lo cuenta maravillosamente. Gracias
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