5 fotos de Namibia que grabar en tu retina 

✍️ Nuria ⎮ Entre Corrientes

Cada día más a menudo la gente viaja inspirada o en busca de alguna foto que ha visto en las redes sociales.

Y aunque últimamente esto ha traído consigo un tipo de turismo más centrado en las imágenes que compartir en Instagram que en vivir el momento y disfrutar de esos lugares, la realidad es que yo misma tengo un montón de capturas de pantalla de lugares que no me quiero perder.  

Namibia es uno de esos destinos en los que no querrás olvidarte la cámara de fotos, y es que desde que pones un pie en el país, podrás disfrutar de impresionantes paisajes que a veces no parecen ni reales. Así que aquí te presento 5 fotos de Namibia que no te querrás perder y que sí o sí querrás comprobar con tus propios ojos que son reales. 

El bosque muerto de Deadvlei  

Esta sea probablemente la imagen que se te venga a la cabeza si piensas en Namibia, y es que ha sido utilizada en infinidad de ocasiones para identificar el país. Sin duda es un paisaje espectacular que a veces no parece ni real, y que ha hecho que muchos turistas hayan decidido visitar el país atraídos por esta impactante imagen. 

Deadvlei

Deadvlei significa literalmente “pantano muerto”, ya que su nombre está compuesto por las palabras “dead” que inglés significa muerto y “vlei” que en afrikáans significa lago o pantano. Y es literalmente eso, un lago seco de arcilla, que se encuentra en medio de un entramado de dunas, y que alberga literalmente un cementerio de árboles.  

Así dicho parece la descripción de una escena de una peli de Tim Burton, pero es que muchas veces la realidad supera con creces la ficción. La escena parece sencilla, unos troncos de unos árboles muertos en un valle de dunas. ¿Pero qué tiene eso de especial? 

Pues es que estamos hablando de dunas de 300 metros de altura, de colores dorados que dependiendo de la hora del día se tornan en colores rojizos. A eso le sumamos un valle rodeado de estas dunas, con un fondo arcilloso de color blanco, que contrasta totalmente con el color de la arena y que alberga una serie de árboles de más de 1000 años de antigüedad, de tonos negruzcos, que llevan muertos más de 700 años. 

Pero ahí siguen en pie, siendo testigos del paso del tiempo, porque el ambiente es tan sumamente seco, que no les permite podrirse ni descomponerse, solamente seguir siendo el recuerdo de lo que un día ese valle fue. 

Waterhole lleno de vida en Etosha 

Una de las visitas imprescindibles en Namibia es sin duda el Parque Nacional de Etosha, donde podrás disfrutar de la mayor concentración de vida salvaje del país. Sólo por eso ya tiene que formar parte de tu itinerario si visitas el país.  

Etosha

Pero si hay algo que ha hecho famoso a Etosha, por encima de otros parques nacionales de países vecinos, son sin duda sus impresionantes imágenes de waterholes (o puntos de agua) rodeados de cientos de animales de distintas especies, cosa que no suele ser nada habitual de ver. 

Elefantes, impalas, oryx, zebras, avestruces… y en alguna hasta se cuelan leones, más preocupados por saciar la sed que por conseguir algo de comer. Y es que este parque lleno de vida, tiene unas condiciones muy duras durante la época seca, lo que hace que toda esta fauna sobreviva gracias a estas fuentes de agua, a veces naturales y otras artificiales, que les permiten poder beber durante todo el año. 

Esta escasez de agua, es la que hace que se congreguen todas estas especies en un mismo punto, permitiendo tomar esas espectaculares fotos que tantas veces hemos visto y que sin duda cualquier amante de los animales quiere poder, algún día, grabar en su retina. 

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Atardecer en Spitzkoppe 

Spitzikoppe es otro de estos sitios remotos de Namibia, a los que probablemente vayas también, por culpa de una fotografía. Y de un atardecer. Y es que este conjunto de picos de granito anaranjado de más de 130 millones de años de antigüedad, que se encuentra literalmente en medio de la nada, durante el atardecer se torna en colores rojizos que a la vista no parecen reales. Es un paisaje simplemente bello. 

Spitzikoppe

Su aislamiento hace que sea un sitio ideal para acampar a los pies de estas imponentes montañas de piedra, y disfrutes de uno de los cielos estrellados más bellos que verás durante tu viaje, porque la contaminación lumínica es prácticamente nula. Eso sí, si te pasa como a nosotros y las nubes deciden acompañarte toda la noche, tendrás que conformarte con disfrutar de la soledad.  

Flamencos en Walvis Bay 

He de admitir que soy super fan de los flamencos, y que si veo que se pueden ver en algún destino al que vamos, allá que lo apunto en la lista. Y como no podía ser de otra forma una de las primeras cosas que marqué en el mapa del viaje fueron las salinas de Walvis Bay y sus flamencos.  

Si ya has visto flamencos alguna vez, sabrás que suelen estar en lagunas, salinas o marismas amplias, lejos de los caminos, porque son bastante asustadizos. En cuanto notan que estás por ahí cerca, y sobre todo, que te estás aproximando, por muy despacito que lo hagas, rápidamente comienzan a cambiar el rumbo de sus pasitos y como una estampida a cámara lenta, se empiezan a alejar de ti. 

flamencos

Pero en Walvis Bay podrás disfrutar de ellos literalmente a 1 metro de distancia ¿cómo? Pues yendo al paseo marítimo a la zona en la que suelen estar comiendo en la orilla, sentándote allí y simplemente esperando.  

Poco a poco todos esos flamencos que en un principio te miraron con desconfianza, se darán cuenta que sólo estás allí para disfrutar de su presencia y se irán acercando poquito a poquito a ti. Cada vez un pasito más. Hasta que estén tan cerca, que tengas que aparcar la cámara con el teleobjetivo porque ya ni enfoca, y simplemente disfrutes de uno de los espectáculos más bellos de la naturaleza.  

La ciudad fantasma de Kolmanskop 

Si has visto fotografías de Namibia en las redes sociales, seguramente habrás visto alguna de un edificio abandonado, colorido y comido literalmente por la arena. Con dunas en su interior.  Ese sitio es Kolmanskop. Un pequeño pueblo fantasma de millonarios alemanes que se dedicaron a extraer diamantes (o expoliar) en esta remota zona de la costa Namibia.  

El pueblo duró menos de 50 años, lo que tardaron en saquear todos los diamantes de la zona, pero durante esos años en Kolmanskop en las literalmente cuatro calles que formaban el pueblo, tenían casino, escuela, hospital, iglesia, carnicería y hasta una fábrica de hielo. Se vivió con tanta opulencia que resulta obsceno escuchar las historias que te cuentan durante la visita guiada que puedes hacer en la zona.  

Hoy ha quedado como un reclamo turístico, para atraer a gente de todo el mundo y sobre todo fotógrafos, que escuchan las historias con risas jocosas y la cámara preparada para encontrar el mejor ángulo y la mejor luz, de esa puerta destartalada rodeada de arena que compartir en las redes sociales, y contribuya a atraer más turistas que vienen en busca de esa fotografía. 

Pero te cuento un secreto. Si en lugar de visitar esta zona remota del país de forma apresurada sólo para tomar esa fotografía, le dedicas dos o tres días, te aseguro que podrás disfrutar de una de las zonas más impresionantes, inhóspitas e inolvidables que visitarás en Namibia. 

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