Viajar a Egipto una vez en la vida

Tienes que viajar a Egipto al menos una vez en la vida 

✍️ Miguel Palau ⎮ Friki por viajar

Viajar a Egipto siempre había sido uno de mis mayores sueños. La promesa de adentrarme en la cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo y de la que había leído decenas de libros y visto cientos de películas, series y documentales, era irresistible.

Las pirámides las había visto desde mi sofá un millón de veces, y, te hago un spoiler, te van a dejar con la boca abierta igualmente. Y ahora, después de haber recorrido sus tierras, literal porque muchas no están ni asfaltadas, puedo afirmar que Egipto no solo cumplió mis expectativas, sino que las superó en todos los sentidos. 

Viaja a Egipto al menos Una Vez en la Vida 

Desde el momento en que mi avión aterrizó en Luxor tenía claro que estaba a punto de embarcarme en una aventura a lo Indiana Jones (y eso que iba en un viaje todo organizado jeje). La magia de Luxor, conocida como la «ciudad de los cien puertas», con el  Valle de los Reyes, donde tuve la oportunidad de visitar la tumba de Tutankamón. Aunque más pequeña que otras tumbas, su descubrimiento en 1922 marcó un hito en la arqueología y su contenido sigue siendo fuente de fascinación. Cada tumba en el valle es una obra maestra de arte e ingeniería, con paredes adornadas por coloridos jeroglíficos que narran historias de dioses y reyes. 

Y hago un pequeño paréntesis porque esto lo he dicho mil veces: no puedes ir a Egipto sin hacer el crucero por el Nilo. Fue sin duda una de las experiencias más enriquecedoras de mi viaje fue navegar por el majestuoso río Nilo y visitar todos los templos que hay por el camino. Opté por un crucero que me llevó desde Luxor hasta Asuán, permitiéndome disfrutar de paisajes deslumbrantes y explorar algunos de los templos más impresionantes del mundo antiguo. El Templo de Karnak, con su avenida de esfinges y sus gigantescas columnas es el que más me impresionó. Es increíble.

En Edfu, el Templo de Horus se erige como uno de los mejor conservados de Egipto, una joya arquitectónica que transporta a sus visitantes a la época de los faraones. 

Un pequeño paréntesis para contar mi experiencia de bañarme en el Nilo, pocos lo han hecho. Y es una sensación de riqueza cultural brutal. Y no, no hay cocodrilos (al menos en la zona donde nos bañamos). 

Y como final de mi recorrido por el Nilo estaba Abu Simbel. Había leído mucho sobre estos colosos de piedra y sus historias, pero nada me había preparado para la magnitud y la belleza que me esperaba en este rincón del sur de Egipto. Abu Simbel no es solo una visita turística (sí, hay muchos, muchos turistas); es una inmersión en la historia, un viaje a través del tiempo que te conecta con la grandeza y el ingenio de una de las civilizaciones más fascinantes que jamás haya existido. Sin duda, una experiencia que quedará grabada en mi memoria para siempre. 

Y después de conocer las maravillas del Nilo, tocaba coger un avión para visitar la capital egipcia, una metrópoli vibrante, una amalgama de lo antiguo y lo moderno que late al ritmo frenético de sus calles. Mi primera parada fue, naturalmente, las imponentes Pirámides de Giza. No hay palabras para describir la sensación de estar frente a estas estructuras que parecen hechas por los extraterrestres que han desafiado el paso del tiempo. La Gran Pirámide de Keops, en particular, me dejó sin aliento. Cada bloque de piedra, cada detalle, habla de una historia que se remonta a más de 4,500 años. 

Quizás lo que menos disfruté del viaje fue la gastronomía egipcia y es verdad que tienen platos típicos como el koshari (un plato de arroz, lentejas y pasta), hasta los falafel y el ful medames, pero el hecho e ir en un viaje organizado a los sitios ya acordados para turistas no me dio esa libertad de buscar esos sitios locales. Pero oye, fue la única nota más negativa.  

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En definitiva, viajar a Egipto es una experiencia transformadora. Cada rincón del país está impregnado de historia y misterio, y cada encuentro ofrece una nueva perspectiva sobre este fascinante lugar. Si alguna vez has soñado con caminar entre gigantes de piedra, navegar por el río que nutrió una civilización o simplemente dejarte llevar por la magia de un país donde lo antiguo y lo moderno coexisten en perfecta armonía, Egipto es tu destino. 

Este viaje no solo enriqueció mi conocimiento sobre una de las civilizaciones más influyentes de la humanidad, sino que también me dejó recuerdos imborrables y un profundo respeto por la tierra de los faraones. Sin duda, Egipto es un destino que todo viajero deberías tener en su lista de prioridades. Y para quien los pregunte porque lo haya escuchado, si vas a viajar con agencia, ten en cuenta que es un viaje duro a nivel de horarios y de comprimir visitas en días.

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